No más princesas: Entérate por qué es bueno ser villana y aprende a convertirte en la mala del cuento
Cansada de ver cómo las mujeres que se esforzaban en ser buenas terminaban siendo mártires, una periodista investigó la naturaleza de las mujeres catalogadas de “brujas” y dio las pautas para convertirse en una de ellas y así, triunfar en la vida.EmolCompartir | | Lu. 01 de agosto de 2011, 08:12
No más princesas: Entérate por qué es bueno ser villana y aprende a convertirte en la mala del cuento
Todo lo malo que nos pasa es porque queremos ser buenas. A esa conclusión llegó la periodista y humorista gráfica argentina Ana von Rebeur, tras investigar por qué parece que a las mujeres que más se esfuerzan por ser queridas y agradar a los demás, terminan sufriendo, mientras las que son catalogadas de “brujas” se divierten y se mantienen fieles a sí mismas.
Como explica, la mujer buena, en su búsqueda por ser queridas, pasan “de ser serviciales a serviles”, casi como un castigo por querer cuidar a los demás, mostrarse útil, comprensiva, amable y cumplir, mientras, con todos sus roles en el trabajo y el hogar, de los cuales, varios han estado socialmente aceptados desde la antigüedad, debido al machismo imperante desde la más antigua era.
Ser la niña buena que desde pequeñas nos inculcan ser, para Von Rebeur, significa “olvidarse de una misma para favorecer a los demás”, “sonreír dulcemente cuando quisiéramos gritar”, “relegarnos siempre a un segundo lugar”, reprimirse o, en otras palabras, dejar de ser la persona que se es por la aceptación de los demás.
Es por esto que la autora comenzó a observar por qué un grupo de mujeres parecía salir de esta regla, siendo felices, triunfadoras y auténticas y comprendió que su secreto estaba en el solo hecho de ser un poquito más descaradas, o, a los ojos del resto, más malas.
Tras reunirse con varias de ellas y anotar cuánto consejo le dieron, Von Rebeur escribió su libro “Todas brujas, las ventajas de ser mala” (Editorial Norma), dedicado a todas esas mujeres que están cansadas se sentirse pasadas a llevar y que solo necesitan un pequeño empujoncito para que reconquisten su independencia emocional y su verdadera forma de ser.
“La mujer mala, villana, fatal es un arquetipo femenino que provoca miedo y, a la vez, atrae. Se supone que una mujer que desafía las convenciones sin escrúpulos y hace lo que le da la gana es peligrosa, pero.... ¡es lo que hace cualquier hombre!”.
Sus alegatos continúan: “Y si algo malo le sucede a alguien, la culpa es nuestra: un tipo va preso por asesinar a alguien y lo primero que se dice es ‘no tuvo madre’, ‘su madre no lo educó’”.
Ante esto, Von Rebeur hace un llamado a rebelarse para dejar de ser presa de manipulaciones y aprender que la caridad empieza por casa, por una misma. Y comparte siete pasos para convertirse en una bruja.
1.- Saber lo que necesitas: En un primer paso, debemos aprender a conectarnos con nuestro interior y para eso es imprescindible saber qué es lo que necesitamos para estar bien. “Siendo tan buena, ni siquiera sabes qué es lo que te pasa cuando estás mal ni qué desearías para mejorar tu vida”, dice la autora y explica que, por ejemplo, si te sientes vacía y crees que lo necesitas para eso es un chocolate, tal vez, lo que realmente quieres es sexo. Se debe estar atentas a cuales son las verdaderas carencias mentales y corporales.
2.- Cambiar de actitud: “Debes reemplazar tus actitudes perniciosas de chica buena por las constructivas actitudes de bruja”, asegura Von Rebeur. Si eres quejumbrosa, sé rebelde, si quieres ser como una muñeca, hazte punk, si eres geisha, sé mandona, o si sales sólo por compromiso, haz el “esfuerzo” de salir solo por placer. No parece muy complicado.
3.- Practica maldades: Ser mala, en el fondo, significa adueñarse de la propia vida, tener tanta confianza en una, que realmente no importe ser desfachatada. Para eso, la autora recomienda guiarse por la filosofía del “no queda mal, porque siempre hay alguien más loco que yo”. Y propone unos ejercicios a practicar: “Dile a esa compañera de trabajo que hace dieta, aunque esté flaca, que el café tiene endulcorante, cuando en realidad le has puesto azúcar”; “no le des limosna a los mendigos, charla con ellos”, o “estaciona en el sitio de embarazadas con la excusa de que ‘podrías estarlo en cualquier momento’. En el fondo, se trata de hacer lo que se quiera.
4.- Desconéctate de todo lo que te impida ser tú misma: Con esto, Von Rebeur se refiere a no hacer caso de los avisos publicitarios, que a veces manipulan la imagen haciéndonos creer que estamos más gordas de lo que deberíamos o que necesitamos sí o sí esa crema antiarrugas. Lo mismo se aplica a la moda, ya que “hace que acabes uniformada como todas las demás”. No escuches los consejos de los demás, incluyendo amigas y padres, dice la autora, ni te pegues a tu pololo, “que te prefiere sometida: una chica mala solo se pertenece a sí misma”.
5.- Ante la duda, di que no: La mujer buena suele decir a todo que sí. Por eso Von Rebeur recomienda acostumbrarse a contestar con un rotundo “no”, sobre todo, cuando soliciten algún favor. “Te da tiempo a pensar y a investigar el terreno, antes de decidir qué hacer”, comenta. Además, permite tener más el control y evita que abusen de la buena disposición. Por otro lado, es más fácil cambiar un “no” por un “sí” que un “sí” por un “no”, ya que en este último caso, “la gente se ofende, dice que no cumples tus promesas y se siente estafada”.
6.- Cuida tus deseos: ¿Estás segura de que lo que realmente quieres no es producto de lo que los demás dijeron que “debías” querer en tu vida, como tranquilidad, estar a la moda, casarte y tener hijos, y un largo etcétera? Aquí, la autora aconseja revisar la autenticidad de esas metas, ya que, tal vez, lo que realmente te haga feliz sea tener una vida llena de acción y aventuras, vestirse de manera más auténtica o viajar hasta que la vejez no permita tanta adrenalina y solo ahí pensar en el matrimonio.
7.- Busca un antídoto para cada cosa que te hace infeliz: Si se es de las mujeres que revisa cada cinco minutos si hay una llamada perdida o un mensaje, o si alguien ha posteado algo en su muro de Facebook, o “si se te llenan los ojos de lágrimas cada vez que tu novio no te felicita por cada cosa que haces”, algo anda mal. Para salir de ese círculo en el que la propia felicidad depende del actuar del resto, Von Rebeur aconseja tratarse mejor de lo que se trata a los demás, mantenerse siempre lindas aunque no se vaya a salir, cambiar el estilo de vida a una más activa, con cursos, talleres, comida sana, deporte y desechar los recuerdos y personas que no supieron valorarnos. “Ya no revises tus llamados, mails ni mensajes... que sean los otros quienes esperen noticias tuyas”, sentenció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario