jueves, 13 de septiembre de 2012

Reseña de Todas Brujas en revista Piso Trece

HOY NOS VAMOS A CONVIVIR CON BRUJAS Detalles Publicado el 12 Septiembre 2012 Escrito por Analia Carreño http://www.pisotrece.com.ar/index.php/libros/468-hoy-nos-vamos-a-convivir-con-brujas Cuando empecé a leer el libro Todas Brujas de Ana Von Rebeur, lo primero que pensé fue “si hubiera leído este libro antes no me hubiera dolido tanto mi separación”. A medida que la lectura avanzaba cambié mi pensamiento por un “no, si hubiera leído este libro antes, no me separaba” Cuando lo cerré, la conclusión final fue “si hubiera leído este libro antes, no me habría casado, no habría tenido tantos mambos con la culpa materna, no me habría frustrado tanto...” y muchos “no me habría…” más. Todas Brujas no es un libro de autoayuda; no es un libro de humor; no es un libro cualquiera. Es un análisis, si se quiere, sociológico, del rol de la mujer en la historia. Y cómo, con este “deber ser (buenas)”, a las mujeres se nos prepara para una vida de servicio. En algunos capítulos, las lágrimas de risa nublan la vista, pero en otros la indignación nos llena de bronca al ver esos “tejes y manejes” que logran que las mujeres tengamos un papel secundario, no digamos ya en la historia, ¡sino en nuestras propias vidas! El libro nos invita a abrazar a la bruja que hay en cada mujer; una bruja que sabe cuánto vale, cuánto respeto merece. Nos estimula a conectarnos con el placer, dejando de lado la culpa. A diferencia de otros libros denominados de autoayuda, Todas Brujas es un libro que arranca desde la base de la vida real y nos sugiere cómo realizar cambios reales. No se trata de ser “mala”, dañina, de joder al otro, sino que la bruja o mala a la que se refiere es esa que es juzgada por los demás como mala. La que escapa al estereotipo que la deja encasillada en esa “buena” que no puede pensar en sí misma sin ser egoísta, que no puede superarse sin ser desamorada. La mala que nos propone la autora es mala porque tiene alta la autoestima, porque sabe lo que quiere. Porque sabe lo que vale. Y sobre todo, porque está dispuesta a hacerse cargo de su propia vida. En varios capítulos, se incluyen tablas donde Ana Von Rebeur hace un paralelismo entre lo que deseamos como buenas y lo que deberíamos como malas. Lo que hacemos como buenas y lo que deberíamos hacer como malas. Y vamos a observar que las malas se divierten mucho más, son más felices; tienen amistades y amores más profundos. En definitiva, tienen relaciones más sanas. Párrafo aparte merecen los capítulos donde habla de cómo ser mala con los hombres. Es una cachetada a los “deber ser” y, sobre todo, un canto a la real estima (ni baja ni alta, la estima real que debemos tenernos). Se podría resumir con una frase que me encanta: “Para pedir empanadas o pizza tenés que llamar por teléfono, para salir con vos eso es lo mínimo, nada de mensajes de texto ni mails”. Una genia. Los hombres que leen este libro deduzco yo que son los hombres seguros que quieren a su lado una mujer que pueda estar a la altura de las circunstancias, primero en su propia vida para después compartirla con ellos. Hombres que no quieren una princesa desvalida, sino una mujer con la que puedan formar un buen equipo. No que LO acompañe, sino que se acompañen mutuamente. Los dejo, esperando que estén ansiosos por adentrarse en el mundo de estas brujas tan sexies y lindas, ¡Bon Voyage!