martes, 30 de agosto de 2011

Revista Eme de Diario El Nacional , de Venezuela , dedico su portada a Todas Brujas

http://impresodigital.el-nacional.com/suplementos/2011/08/25/

El Nacional Eme - Jueves 25 de Agosto de 2011 EME/12

Reportaje
Lo bueno de ser mala
Las chicas audaces están de moda y se están robando el show en películas, libros y canciones. Aquí te contamos las ventajas de ser la bruja del cuento


MARÍA GRECIA SÁNCHEZ mgsanchez@el-nacional.com FOTOGRAFÍA MARCEL CIFUENTES marcelcifuentes@gmail.com MODELO: FLORY DÍEZ de Garbo & Class MAQUILLAJE: JESÚS CEDEÑO (0414) 180 8525


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Blancanieves y Cenicienta eran hermosas, dulces, frágiles, cantaban en bosques rodeadas de pajaritos y su significado de la felicidad era casarse con un príncipe que cayera rendido ante su bondad y las protegiera de una despiadada villana. Pero, ¿qué ocurriría si la mala de la historia fuera la protagonista? Ana Von Rebeur cuenta su versión en el libro Todas brujas. Las ventajas de ser mala.

La hechicera descrita por Ana no vuela en escoba ni envenena a sus enemigos, sin embargo, jamás pierde la pelea. Su personaje lo extrapola a la vida real con poderes mágicos como decisión, autonomía y confianza en sí misma para desenvolverse y rechazar lo que no quiere.

Esta obra no se trata de un cuento infantil. Es una guía práctica e irreverente para mujeres y adolescentes. Invita a aprovecharse del prejuicio de que todas somos brujas, para adoptar una actitud audaz y un poco perversa.

"Las malas son más sexys y atraen más porque son cautivadoras. Si eres demasiado buena abusan de ti. El rol de la mujer es cuidar de los demás, nos gusta sentirnos útiles y necesitadas, pero no debemos olvidarnos de nosotras mismas, porque los hijos se van y los hombre también. Debes adueñarte de tu vida, si no pasarás la vida lamentándote. Si alguien te acompaña en el proceso, excelente ".

A lo largo del libro la autora ofrece sortilegios para que descubras lo que quieres y logres tus sueños. "Los límites los ponemos nosotras mismas. Creo que ser bruja es la receta para no terminar solas y molestas por el desagradecimiento de terceros". La autora confiesa que para escribir la publicación se basó en libros de psicología, cartas de sus lectoras y vivencias personales.


Lo bueno de ser mala
(...Viene de la página 13)



estar convencida". Asimismo, la especialista cree que una bruja, como la concibe la autora del libro, es una persona positiva que lleva las riendas de su vida. "Es capaz de lograr lo que quiere y llegar a dónde desea por sus propios medios".


¿Las brujas nacen o se hacen?
Ana Von Rebeur cree que algunas afortunadas nacen y ocupan el puesto de alfa o líder, también clasifica a las beta, quienes imitan a las alfa; y a las gamma las describe como sumisas y pasivas: "No es una regla absoluta, las gamma a veces llegan más lejos que las alfa porque toman revancha. Todas pueden hacerse brujas".

De igual modo, Von Rebeur cree que lo mejor que le puede ocurrir a una mujer es tener malicia, sin importar ser catalogada como bruja.

"Aún siendo buenas nos llaman así.

Estamos haciéndole un favor a la sociedad que está harta de las mujeres quejonas. La bruja, en lugar de lamentarse y manipular, busca lo que necesita".


Red social de una bruja
Ana comenta que el beneficio de tener una mamá, jefa o pareja hechicera es aprender de ella. Como madre, la bruja mantiene una relación cercana con sus hijos, pero impone sus reglas. Después de los 11 años les delega responsabilidades, como hacer su cama o recoger sus cosas para que aprendan a defenderse y entonces ella se ocupa más de sí misma. Si los pequeños se niegan a acatar sus órdenes, les restringe beneficios como el uso de la computadora o limita permisos para salir.

"En la sociedad actual ambos padres tienen que trabajar, por eso les tienen que enseñar a sus hijos a no depender de ellos, de lo contrario los conducen al fracaso. En la medida que los enseñen a ser ellos mismos no tendrán déficit de autoestima y serán más sociables. Los límites son importantísimos y hay que tener mano izquierda y derecha también", comenta Campobasso.

Una bruja tiene muchos amigos y no limita su círculo a un reducido grupo. Le gusta hacerle travesuras a sus compañeros de trabajo, amigos y familiares. "Es válido mientras los juegos no descalifiquen. Hay personas que piensan que burlarse de las debilidades del otro es divertido, algunos lo aceptan y otros se ofenden.

Para llamarse amigo hay que mostrar respeto", advierte la psicóloga.



Una bruja debe saber...






· Hacer lo que quiere, no dejar que los demás decidan por ella.

· No darle importancia al qué dirán.

· Establecer reglas claras y límites dentro y fuera de su hogar.

· Ser la mejor en lo que hace y escalar posiciones.

· No conformarse con poco.

· Exponer sus criterios sin perjudicar a nadie.

· Buscar su propio dinero.

· Invertir y no gastar más de lo que necesita.









Adiós hada madrina
La periodista argentina no cree que la actitud correcta sea ser abnegada. Considera que el respeto y el apoyo se consiguen siendo asertiva, queriéndote a ti misma más que a los demás, priorizando tus metas, expresando lo que te molesta sin perder el control, despidiéndote de la queja y dejando de esperar que todo caiga del cielo. "A lo largo de mi vida he visto que las mujeres que no están encima de los maridos e hijos y van detrás de lo quieren son más bonitas y felices. Hay que olvidarse de ser el hada madrina para ser la reina".

Rosa Campobasso, psicóloga y terapeuta de pareja, reafirma la importancia de estar clara en tus objetivos.

"La clave es ir hacia lo que quieres.

Tienes que saber para dónde vas y Bruja enamorada
Ana considera que las mujeres atrevidas, irreverentes y con desparpajo son más atractivas. Su gancho para los hombres es que, "no los necesitan y ese detalle las hace más seductoras".

Estas mujeres no creen que intimiden, al contrario, piensan que las admiran. "Son personas que hechizan, fascinan y les tienen envidia. Puedes empezar por dar el ejemplo para que las otras se animen. Más vale que te teman a que te ignoren".

La escritora no está de acuerdo con que los caballeros las prefieren brutas, aunque reconoce que vivimos en un mundo machista con algunos hombres que no soportan que su pareja gane más dinero que ellos y por eso eligen parejas intelectualmente inferiores: "A esos, más vale perderlos que encontrarlos".

De igual modo confiesa que las brujas, cuando se tropiezan con el hombre de sus sueños, se hacen notar. "Si ves a alguien que te interesa debes darle señales de que estás disponible y el resto que lo haga él.

No hay que dejarlo ir. Lo peor es ver pasar el vagón de la vida y no abordarlo".








Carta de una lectora de Perú

Estimada Ana:
Compré tu libro el jueves pasado y lo leí de un tirón, de modo que el viernes en la tarde empecé a utilizar tus consejos. No le permití más rabietas a mi hijo de tres años ni me quedé esperando a que mi esposo decidiera que debíamos hacer en la noche para pasarla bien. Luego, el sábado y el domingo no le pedí por favor a mi hija adolescente que sacara la basura, y tampoco la miré cuando torció los ojos. Hoy, lunes, me desperté llena de felicidad, con la certeza de que la vida vale la pena y que a mis 35 años voy a dejar de sentirme vieja, gorda y achacosa, porque está en mis manos. Hasta me dí cuenta que camino más erguida desde que terminé de leer tu libro.

Eso has hecho por mí en menos de una semana y me siento muy agradecida.

Deseándote muchos éxitos, me despido.
Gloria
Lima-Perú

lunes, 1 de agosto de 2011

Nota en Tendencias y Mujer , de Chile

No más princesas: Entérate por qué es bueno ser villana y aprende a convertirte en la mala del cuento
Cansada de ver cómo las mujeres que se esforzaban en ser buenas terminaban siendo mártires, una periodista investigó la naturaleza de las mujeres catalogadas de “brujas” y dio las pautas para convertirse en una de ellas y así, triunfar en la vida.EmolCompartir | | Lu. 01 de agosto de 2011, 08:12


No más princesas: Entérate por qué es bueno ser villana y aprende a convertirte en la mala del cuento

Todo lo malo que nos pasa es porque queremos ser buenas. A esa conclusión llegó la periodista y humorista gráfica argentina Ana von Rebeur, tras investigar por qué parece que a las mujeres que más se esfuerzan por ser queridas y agradar a los demás, terminan sufriendo, mientras las que son catalogadas de “brujas” se divierten y se mantienen fieles a sí mismas.

Como explica, la mujer buena, en su búsqueda por ser queridas, pasan “de ser serviciales a serviles”, casi como un castigo por querer cuidar a los demás, mostrarse útil, comprensiva, amable y cumplir, mientras, con todos sus roles en el trabajo y el hogar, de los cuales, varios han estado socialmente aceptados desde la antigüedad, debido al machismo imperante desde la más antigua era.

Ser la niña buena que desde pequeñas nos inculcan ser, para Von Rebeur, significa “olvidarse de una misma para favorecer a los demás”, “sonreír dulcemente cuando quisiéramos gritar”, “relegarnos siempre a un segundo lugar”, reprimirse o, en otras palabras, dejar de ser la persona que se es por la aceptación de los demás.

Es por esto que la autora comenzó a observar por qué un grupo de mujeres parecía salir de esta regla, siendo felices, triunfadoras y auténticas y comprendió que su secreto estaba en el solo hecho de ser un poquito más descaradas, o, a los ojos del resto, más malas.

Tras reunirse con varias de ellas y anotar cuánto consejo le dieron, Von Rebeur escribió su libro “Todas brujas, las ventajas de ser mala” (Editorial Norma), dedicado a todas esas mujeres que están cansadas se sentirse pasadas a llevar y que solo necesitan un pequeño empujoncito para que reconquisten su independencia emocional y su verdadera forma de ser.

“La mujer mala, villana, fatal es un arquetipo femenino que provoca miedo y, a la vez, atrae. Se supone que una mujer que desafía las convenciones sin escrúpulos y hace lo que le da la gana es peligrosa, pero.... ¡es lo que hace cualquier hombre!”.

Sus alegatos continúan: “Y si algo malo le sucede a alguien, la culpa es nuestra: un tipo va preso por asesinar a alguien y lo primero que se dice es ‘no tuvo madre’, ‘su madre no lo educó’”.

Ante esto, Von Rebeur hace un llamado a rebelarse para dejar de ser presa de manipulaciones y aprender que la caridad empieza por casa, por una misma. Y comparte siete pasos para convertirse en una bruja.

1.- Saber lo que necesitas: En un primer paso, debemos aprender a conectarnos con nuestro interior y para eso es imprescindible saber qué es lo que necesitamos para estar bien. “Siendo tan buena, ni siquiera sabes qué es lo que te pasa cuando estás mal ni qué desearías para mejorar tu vida”, dice la autora y explica que, por ejemplo, si te sientes vacía y crees que lo necesitas para eso es un chocolate, tal vez, lo que realmente quieres es sexo. Se debe estar atentas a cuales son las verdaderas carencias mentales y corporales.

2.- Cambiar de actitud: “Debes reemplazar tus actitudes perniciosas de chica buena por las constructivas actitudes de bruja”, asegura Von Rebeur. Si eres quejumbrosa, sé rebelde, si quieres ser como una muñeca, hazte punk, si eres geisha, sé mandona, o si sales sólo por compromiso, haz el “esfuerzo” de salir solo por placer. No parece muy complicado.

3.- Practica maldades: Ser mala, en el fondo, significa adueñarse de la propia vida, tener tanta confianza en una, que realmente no importe ser desfachatada. Para eso, la autora recomienda guiarse por la filosofía del “no queda mal, porque siempre hay alguien más loco que yo”. Y propone unos ejercicios a practicar: “Dile a esa compañera de trabajo que hace dieta, aunque esté flaca, que el café tiene endulcorante, cuando en realidad le has puesto azúcar”; “no le des limosna a los mendigos, charla con ellos”, o “estaciona en el sitio de embarazadas con la excusa de que ‘podrías estarlo en cualquier momento’. En el fondo, se trata de hacer lo que se quiera.

4.- Desconéctate de todo lo que te impida ser tú misma: Con esto, Von Rebeur se refiere a no hacer caso de los avisos publicitarios, que a veces manipulan la imagen haciéndonos creer que estamos más gordas de lo que deberíamos o que necesitamos sí o sí esa crema antiarrugas. Lo mismo se aplica a la moda, ya que “hace que acabes uniformada como todas las demás”. No escuches los consejos de los demás, incluyendo amigas y padres, dice la autora, ni te pegues a tu pololo, “que te prefiere sometida: una chica mala solo se pertenece a sí misma”.

5.- Ante la duda, di que no: La mujer buena suele decir a todo que sí. Por eso Von Rebeur recomienda acostumbrarse a contestar con un rotundo “no”, sobre todo, cuando soliciten algún favor. “Te da tiempo a pensar y a investigar el terreno, antes de decidir qué hacer”, comenta. Además, permite tener más el control y evita que abusen de la buena disposición. Por otro lado, es más fácil cambiar un “no” por un “sí” que un “sí” por un “no”, ya que en este último caso, “la gente se ofende, dice que no cumples tus promesas y se siente estafada”.

6.- Cuida tus deseos: ¿Estás segura de que lo que realmente quieres no es producto de lo que los demás dijeron que “debías” querer en tu vida, como tranquilidad, estar a la moda, casarte y tener hijos, y un largo etcétera? Aquí, la autora aconseja revisar la autenticidad de esas metas, ya que, tal vez, lo que realmente te haga feliz sea tener una vida llena de acción y aventuras, vestirse de manera más auténtica o viajar hasta que la vejez no permita tanta adrenalina y solo ahí pensar en el matrimonio.

7.- Busca un antídoto para cada cosa que te hace infeliz: Si se es de las mujeres que revisa cada cinco minutos si hay una llamada perdida o un mensaje, o si alguien ha posteado algo en su muro de Facebook, o “si se te llenan los ojos de lágrimas cada vez que tu novio no te felicita por cada cosa que haces”, algo anda mal. Para salir de ese círculo en el que la propia felicidad depende del actuar del resto, Von Rebeur aconseja tratarse mejor de lo que se trata a los demás, mantenerse siempre lindas aunque no se vaya a salir, cambiar el estilo de vida a una más activa, con cursos, talleres, comida sana, deporte y desechar los recuerdos y personas que no supieron valorarnos. “Ya no revises tus llamados, mails ni mensajes... que sean los otros quienes esperen noticias tuyas”, sentenció.