viernes, 18 de noviembre de 2011

Carta de Liliana, de Argentina

Te escuché con Reynaldo, Vero y Romina. Me encantó. Te aplaudí de pie. Estoy en un todo de acuerdo con vos. En un Congreso de literatura leí una ponencia "Misoginia y Literatura" y las mujeres se me acercaban para coincidir conmigo en que seguimos jodidas. Terminaba con este poema:REAFIRMACIÓN DE LA LOCURA

Loca, gritan los charcos de la lluvia
loca, salpican los harapos
loca de atar sufre la santa madre
loca re loca ríen los chicos en la calle
flor de loca critican las comadres
¡es una loca! insulta el hombre gris
¿estás loca? preguntan sus amigas
no le hagas caso, es loca, agrega el jefe
loca como tu madre, grita el marido
loquita mía besa el amante azul
y la loca total desvergonzada
se arrodilla en la esquina para orar.
Gracias, Señor, por toda esta locura
gracias por ser tan anormal
me honra esta chifladura sacrosanta
me hace bien esta demencia angelical
no quiero parecerme a los tramposos
ni ser un fariseo del montón
no deseo apagar nunca mis deseos
ni ocultar este fuego creador
quiero ser como soy sin maquillaje
quiero amar con mayúscula cursiva
quiero beber la brisa y la llovizna
y danzar bajo un sol de libertad.
No me devuelvas nunca la cordura
dejame mi locura bautismal
si este es el precio de la diferencia
seguiré siendo loca hasta el final.

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