lunes, 2 de mayo de 2011

Entrevista de Michelle Oquendo en Radio Vision de Ecuador

Entrevista con Ana Von Rebeur
Por: Michelle Oquendo Sánchez

Foto cortesía de Ana von Rebeur


"Lo que cuento en el libro, son cosas que me han pasado a mí, que les ha pasado a mis amigas y que tienen una gran carga de humor."

Si usted cree que es la única persona a la que todo le sale mal en el momento menos indicado, que cruza por la vereda, pasa un carro y le moja el traje nuevo justo el día en que tiene una entrevista de trabajo, cuando está desempleada por largo tiempo.Si cree que la vida se ensaña con usted, entonces debe leer "Leyes de Murphy solo para mujeres" y comprenderá que no es un bicho raro, que cuando las cosas puedan salir mal seguramente saldrán peor de lo que imaginó.
Murphy dijo en 1949 lo siguiente: "Si alguien tiene una forma de cometer un error lo hará" ó "Todo lo que pueda salir mal, pasará."
Ana Von Rebeur es escritora, periodista, ilustradora y una mujer que constantemente percibe la perversidad del universo, pero la ignora con una sonrisa, ella le mostrará como salir bien librada de las "malas casualidades."

¿Por qué las leyes de Murphy nos afectan más a las mujeres?

Porque en principio las mujeres estamos acostumbradas a hacer muchas cosas al mismo tiempo. Realizamos todo lo que hacen los hombres, pero a eso le sumamos las laboresde nuestras abuelas, seguimos controlando el ámbito del hogar, tenemos niños, mantenemos todo en orden, además concluimos nuestras carreras profesionales y trabajamos fuera del hogar. Por lo tanto, cuando ejecutamos múltiples tareas tenemos más oportunidades de equivocarnos. Pero éste no es un libro negativo ó pesimista porque apela siempre a que nos riamos de nosotras mismas y de nuestras meteduras de pata. Es un libro que comenta lo que nos sucede a los seres humanos, la humanidad entera comete errores día a día.
El mundo se maneja de una forma paradójica dado que si organizamos un evento con mucho cuidado, seguramente algo saldrá muy mal, pero si el mismo evento lo preparamos a último rato, con certeza quedará genial.
"Leyes de Murphy solo para mujeres" nos anima a descubrir más aventura, aunque uno se equivoque; es la única manera de aprender y mejor si es con una sonrisa.

¿Cuando vamos a emprender un proyecto nuevo o nos vamos a arriesgar al cambio, es mejor tener más de un camino a la vista para prevenir?

¡Exactamente! ¡Lo peor es no hacer un nuevo proyecto por miedo a fracasar! Lo que paraliza la vida de las personas es el miedo, estamos rodeados de miedo desde la infancia, pero lo importante es probarnos a nosotros mismos y si falló el objetivo, falló y volvemos a intentar. Cada pequeño fracaso siempre nos muestra una enseñanza.
Lo que cuento en "Leyes de Murphy solo para mujeres", son cosas que me han pasado a mí, que les ha pasado a mis amigas y que tienen una gran carga de humor. Siempre apelo al efecto terapéutico del humor, hay que sortear los mayores obstáculos con una sonrisa y vernos a nosotros mismos con menos solemnidad;adicionalmente debemos aprender a perdonarnos más por nuestros fallos.

¿El secreto para no sufrir demasiado y no encontrar tantas malas casualidades en la vida se podría resumir en aceptarnos diariamente tal como somos?

Las mujeres debemos ser conscientes de que solemos ser muy despiadadas con nosotras mismas. Vivimos en una sociedad que nos exige demasiado, se demanda que la mujer sea eternamente joven, eternamente bella, que esté eternamente a la moda, siempre delgada, cosas que son absurdas en su totalidad. De hecho el ideal de belleza de hoy, es un imposible genético porque nos piden que tengamos los senos y los glúteos de una latina, la cintura pequeña de una escandinava, la boca gruesa de una africana y los ojos almendrados de una oriental, es decir casi un monstruo. Nos piden algo que no existe y nosotras nos queremos ver reflejadas en las revistas de moda que tienen una hermosa industria para acomplejar a las mujeres. ¡Nadie gasta más dinero que la mujer acomplejada! Es un enorme negocio el cubrir las carencias femeninas y nos convertimos en unas máquinas del consumo por nuestras inseguridades. Deberíamos emplear todo ese tiempo perdido en retos que nos apasionen y nos llenen la vida. Y tener un rostro que refleje nuestra felicidad, una cara que muestre que nos gustamos a nosotras mismas.

En "Leyes de Murphy solo para mujeres" usted cita a Charlotte Whitton: "Cualquier cosa que hagan las mujeres, deben hacerla dos veces mejor que el hombre para que se crea que son la mitad de buenas. Por suerte esto no es difícil." ¿Cree que en el mundo actual esta premisa siga vigente para las mujeres?

Sí, lamentablemente esta premisa sigue a la orden del día. Fíjese que casualmente me encuentro leyendo un libro acerca de mujeres ejecutivas y de cómo deben usar sus características femeninas en áreas masculinas. En el mundo no llegan a haber ni el 2% de directoras en las empresas, en puestos de decisión, las mujeres llegan a fuerza de trabajo y de perseverancia. De hecho hay un preconcepto de que el hombre que grita es autoritario y la mujer que grita en cambio es histérica, en altos rangos debemos estar luchando contra este prejuicio.
Así que lo del doble trabajo en la mujer es cierto por muchos años más. El hombre blanco es el que manda en el mundo, el que ocupa el mejor lugar de la jerarquía y después venimos las mujeres. Mi trabajo está avocado al cambio para que las mujeres tengamos las mismas oportunidades de los varones.

En su libro habla sobre el retrato de la mamá profesional, ¿cuál es este?

Es la mujer que se levanta en la mañana antes que nadie, también es la última en irse a dormir. Es la mujer que debe resolver un asunto de negocios mientras prepara el almuerzo y los niños gritan a su alrededor. Es decir, la madre profesional tiene que hacer malabares con tacones altos, debe tratar de llegar al trabajo con cara de que no ha tenido problemas en casa y se ve en la obligación de disimular con lo que tenga a la mano, la mancha de mermelada que le dejó su bebé en el desayuno.
El secreto de la mamá profesional es sacarle horas al sueño para hacer tanto, además de beber mucho cafépara soportar despierta.

¿Se puede generalizar una actitud machista en todos los hombres latinos?

¡No! Por supuesto que hay una cantidad de caballeros dulces, amorosos, que consideran a las mujeres que tienen a su lado como pares, que no hacen diferencias, que dan las mismas oportunidades a mujeres y a hombres en un empleo, que se basan en el talento y no en lo que tiene una dama debajo de la cintura. ¡Claro que existen estos hombres! Pero lamentablemente son la enorme minoría y cuando encontramos a un varón especial,hay que mantenerlo porque son escasos. El gran porcentaje vienen teñidos de una cultura machista, especialmente en nuestras tierras, en toda Latinoamérica. No podemos taparnos los ojos y decir: ¡esto no pasa! Pasa llegando a temas tan graves como un genocidio sostenido en contra de las mujeres, esto en todo el mundo, en unos países por un motivo y en otras naciones por diferentes cosas. Por ejemplo, en Francia hay 2 millones de mujeres amenazadas de muerte por sus parejas y apenas 150 mil piden ayuda. Hay casos extremos como en Guatemala que matan a dos o tres mujeres por día. Ciudad Juárez en México, que ya es tristemente célebre por los crímenes.
Estamos en una situación de violencia sostenida contra la mujer y nadie hace nada al respecto, no se toman medidas preventivas para frenar las agresiones contra el género femenino. Todo esto proviene de una cultura machista desde la época del Imperio Romano, en donde se veíaa la mujer como una máquina para traer hijos al mundo, para nada más.
Solo hay que pensar que las mujeres no tenemos nuestro apellido, heredamos de nuestro padre y así sucesivamente, no tenemos identidad porque nos han considerado siempre lo último de la sociedad.

¿Es más difícil ser mujer que ser hombre en Latinoamérica?

Es muy complicado para una mujer conseguir un trabajo,luego de 10 años de maternidades casi imposible obtener una estabilidad laborar. Lo mismo sucede con la mujer luego de los 40 años, el único trabajo que encuentra y con suerte, es vender lotes en cementerios privados, más de eso no halla. Entonces nos convertimos en las eternas desempleadas, cuando optamos por casarnos y tener hijos debemos pensar muy bien lo que viene porque hay altas probabilidades de quedarnos en casa, perdiendo oportunidades laborales y sabiendo que luego será arduo retomar la carrera profesional.
Con estas razones, sinceramente es bastante más complejo ser mujer que ser hombre. Pero todo tiene sus ventajas y es que las mujeres nos convertimos en seres más creativos; por ejemplo,podemos ser jefas de hogar y a la vez inventarnos un sin número de actividades para sacar adelante una familia: cocinamos, tejemos, hacemos ropa,vendemos, etc.

Usted habla de las penurias por las que atraviesan una enorme cantidad de mujeres para salir adelante, pero ¿cómo escaparnos del papel de víctima?

Yo me encargo de mencionar estos temas en mi libro porque la mujer común ni se atreve a hablar de los problemas que sufre día a día. Está mal visto quejarse, comparo la situación de la mujer actual con la época de la esclavitud. El esclavo tenía que hacer múltiples labores sin chistar, no podía reclamar nada y cuando lo intentabale mandaban a callar, ahora es lo mismo con la mujer.
Yo no escucho a mujeres protestando, yo no veo a mujeres en posición de víctimas, yo las percibo resignadas cuando lo mejor sería empezara renegociar las condiciones de vida que nos tocó. Es una lucha personal.

La gran diferencia entre la mujer y el hombre es la maternidad, muchos hombres no se preocupan si sus hijos comieron o si se fueron a la escuela. Una mujer tiene un hijo y le cambia la vida para siempre. Más que una postura de víctima, es una posición de alta eficiencia: no necesito ayuda, hago mil cosas a la vez, quedo bien con todos. Pecamos de orgullo y de querer quedar siempre como seres perfectos, tenemos el mandato de gustar, de agradar al jefe, al padre, al marido y que nos repitan cuán maravillosassomos. Tenemos miedo de pedir lo que necesitamos por el terror aser rechazadas.
Entonces hay que empezar a pedir cosas para salirnos del papel de víctimas. No hay que esperar a que nos adivinen, los hombres no son brujos, hay que decirles lo que nos pasa con claridad. Mientras nosotras nos entendemos con indirectas, medias frases, los varones necesitan ideas concretas.

¿Hay quienes piensan que la discriminación hacia la mujer surge porque los caballeros se sienten amenazados?

¡Por supuesto!, la idea es mantenernos acomplejadas, sintiéndonos gordas, feas, mal peinadas, arrugadas porque todo eso mella la autoestima, de modo que cuando queramos reclamar nuestros derechos no nos animemos. Todo está armado en el mundo para que no nos atrevamos a protestar porque está comprobado que en muchos campos, las mujeres podemos hacer mejor que los hombres.

¿Cuáles son las Leyes de Murphy que hay que considerar antes de que una mujer se convierta en mamá?

Antes de eso quiero aclarar que las Leyes de Murphy es un libro de humor con muchos dibujos e historietas, todo el tiempo tuve en mente que quien lo lea lo haga con una sonrisa en los labios.
Ahora, antes de ser mamá primero hay que esclarecer que cuando una desea traer un hijo al mundo, lo primero que pensamos es en escarpines, baberos, osos de peluche y risas, pero eso es un período de la maternidad que dura poco, es como un chispazo, los chicos crecen rapidísimo y lo que viene después de eso, es que no podemos ir a un centro comercial con el bebé porque se baja del carrito y empieza a coger todos los frascos del anaquel de una perfumería y terminamos pagando por las botellas rotas; luego de eso, los demás nos miran como malas mamás porque reprendemos en público a nuestro hijo.
La maternidad es un tema que solo se puede hablar entre madres porque si le contamos a alguien que no tiene hijos, corremos el peligro de que se extinga la especie humana. Entonces hay que ser cautelosas al hablar. Los hijos nos dan un enorme crecimiento, un gran conocimiento de vida, pero tenerlos no es apto para cualquiera, se necesitan toneladas de paciencia, entender que nos vamos a ir a la cama con la sensación de que un camión pasó por encima de nosotras, de que vamos a luchar con los niños por sus gustos en la comida y de que nos iremos a dormir sabiendo que al día siguiente todo empieza de nuevo. Claro, aprendemos cuán complicados somos los seres humanos, pero eso sí, jamás volvemos a sentirnos solas en la vida, aunque nunca recomendaría a una mujer ser madre para combatir la soledad, sería un karma demasiado feo para un niño.
Lo digo en este libro, si una mujer quiere prepararse para la maternidad empiece por tirarle mayonesa a sus cortinas, arroje un bote de mermelada sobre su sillón favorito, raspe su auto con el alambre más duro que tenga y ahí se dará cuenta de lo que significa ser mamá, es totalmente incompatible con tener una casa de revista de decoración, eso cuando los hijos se casen y se vayan.

(<

No hay comentarios:

Publicar un comentario